Anoche, se fue la energía en mi casa. Bueno
no sólo en mi casa, sino más bien en el barrio y también se tuvo que ir en la
casa de Gonzalo. Él vive en frente mío y a pesar de que es un tipo normal, casi
nunca está acompañado.
En el momento en que empezó la avalancha de
oscuridad hacía nuestro barrio, Gonzalo debió estar durmiendo o terminando de
comer para irse a dormir.
Realmente no estaba durmiendo, estaba
acostado, y por alguna razón no podía dormir, así que empecé a suponer que ya
no era Gonzalo y que todo estaba bien, de hecho todo estaba bien, hasta que en
medio de la oscuridad empecé a tener miedo... No sé exactamente de qué, pero sólo
me iluminaba la luz tenue y conmovedora de una vela; el silencio era absoluto.
Pensé que si el silencio existiera sería
algo como esto.
Pensé en lo que deberían sentir los ciegos al estar constantemente a oscuras y
me pregunto si ellos también temerán constantemente o ya estarán acostumbrados
a estar a oscuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario